BIM Y REALIDAD VIRTUAL: La revolución tecnológica que incrementa el valor de la arquitectura
Hoy en día nos encontramos ante tecnologías emergentes que están cambiando los paradigmas actuales en el mundo de la Arquitectura, Ingeniería, la Construcción y toda el área de desarrollo industrial.
De todas estas tecnologías, la generación de modelos de información basados en metodología BIM y la aplicación de la la Realidad Virtual tienen el potencial de revolucionar la forma de diseñar, construir o llevar la gestión y mantenimiento de los activos, dotando a los arquitectos e ingenieros de una nueva visión y aumentando de eficiencia y fiabilidad en el diseño de infraestructuras, productos y edificios.
¿Qué es el BIM?
El Building Information Modeling (BIM) es un sistema de gestión de las obras de construcción que está basado en el uso de un modelo tridimensional virtual relacionado con bases de datos.
El BIM permite producir y almacenar toda la información necesaria para operar en las distintas fases del ciclo de vida de las construcciones en los campos de la edificación y la ingeniería civil.
Los modelos BIM se obtienen a partir de la creación de objetos con sus propios atributos que representan los elementos constructivos físicos a gestionar o controlar.
Los objetos BIM de las maquetas virtuales pueden estar conectados a uno o distintos registros de bases de datos y permiten almacenar información de los espacios construidos, elementos, materiales, medios y recursos implicados en su gestión. Así, la importación de escenas modeladas, permite la creación de recorridos virtuales tridimensionales y en tiempo real, visualizando los proyectos antes de que se ejecuten en la realidad e interactuar con los entornos desarrollados.
Los diseñadores pueden incluir nuevas formas de interactuar con los clientes y resto de agentes de la edificación, aumentando el valor de su trabajo, como por ejemplo:
- Creando escenas fotorealistas para validar materiales, colores, iluminaciones.
- Facilitar al cliente la revisión virtual de los diseños, mediante un contexto que los clientes sí entienden, a diferencia de los planos. Pero esto también es aplicable al arquitecto que está revisando los diseños de instalaciones de los ingenieros.
- Realizar pruebas de decoración y mobiliario, aplicable a múltiples disciplinas como la jardinería, el paisajismo, etc.
- Recrear las vistas panorámicas desde el edificio, para generar empatía y proximidad.
- Ubicar el edificio en la parcela vacío, sin construcción.
- Enseñar una reforma como va a quedar, o ver las instalaciones existentes, para comprender la complejidad de un cambio solicitado.
- Facilitar que los clientes “jugar” con los proyectos, meterse dentro, navegar, realizar pruebas de cambios e incluso saber cómo puede afectar al coste.
- Tener reuniones sobre el modelo desde ubicaciones remotas, optimizando costes, pero sin perder la referencia del proyecto.
Las metodologías BIM permiten que los agentes del proceso constructivo generen conocimiento y lo compartan en un entorno plenamente colaborativo para hacer más eficientes todos los aspectos de los edificios o las infraestructuras.