
Además, en línea con esta tendencia, se encuentra la arquitectura industrial, que se caracteriza sobre todo por techos altos y áreas abiertas. En estas, todos los componentes del edificio son visibles y forman parte de la decoración: tuberías, columnas, vigas… Destacan también los colores neutros como el blanco, beige, gris y negro y materiales como el cemento, ladrillo, hierro oxidado y madera para aportar calidez.